FEDERALISMO

Buceando en una feria dominguera me encontré con una de esas citas anónimas tallada sobre un trozo de madera en que se leía la siguiente frase: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Sin duda se trata de un pensamiento bastante acertado, recogido de la sabiduría popular, que nos invita a reflexionar y a desarrollar nuestra capacidad de adaptación, modificando aquello que nos impide avanzar y alcanzar nuestras metas.

La  misma idea podríamos perfectamente tomar como base para analizar las posibilidades reales y concretas de superar y perfeccionar una realidad nacional enferma de centralismo, y por lo mismo poco permeable para conectar con las diversas realidades regionales, con las cuales mantiene distancia y diferencias que nadie ha estado dispuesto a solucionar y que, seamos honestos, es muy difícil que alguna vez se corrijan desde nuestra estructura política cada vez más concentrada, que mira desesperadamente a la administración de turno en búsqueda de respuestas que no tiene, no por que no quiera, sino porque no tiene capacidad para enlazar, profunda, respetuosa y productivamente con lo que ocurre más allá de los límites de la capital del país. Basta con mirar la disposición de la ciudadanía en la Novena  Región, respecto de la reciente “Consulta Indígena”, para arribar mansamente a la conclusión que no basta con las ideas de un equipo creativo sentado cómodamente a más de seiscientos kilómetros, situados en una realidad diametralmente opuesta, para enderezar el rumbo de un panorama en que se mezclan cuestiones históricas y sociales de compleja resolución.

Los sucesivos gobiernos no han mostrado la suficiente eficacia y sensibilidad social y organizativa para entender la multiculturalidad de nuestro país, tierra fértil marcada por matices étnicos, lingüísticos y  geográficos que constituyen su verdadera riqueza. Es entre medio de ésta perplejidad de la clase gobernante y la inercia de sus propuestas, que sugiero abrir el debate respecto de una nueva organización política que se haga eco de nuestras sanas diferencias y que nos permita crecer  localmente a través del tratamiento autónomo de los problemas que nos identifican, con autoridades cercanas a la gente, que sientan y conozcan verdaderamente las inquietudes del cuerpo colectivo particular. Hablamos del Federalismo, fórmula aplicada en Austria, Alemania, Canadá, Bélgica y Estados Unidos, por citar sólo algunos países

Considero que ésta mirada desde la pluralidad del poder político es la que puede conducirnos a desarrollar la tan necesaria capacidad de innovación y la urgente flexibilidad, arrojando como resultado la optimización de la acción estatal. Unidad en la pluralidad y en la autonomía parece ser una ecuación política y social que no puede livianamente descartarse, en el entendido que el escenario actual es absolutamente distinto al existente en el lejano 1826, cuando Infante y compañía intentaron, sin éxito, acogerse a éste tipo sistema. La regionalización, con sus defectos y virtudes, nos abrió un camino que se hace necesario consolidar.

 

Por Gonzalo Garay Burnas

        Abogado

Notario y Conservador de Bienes Raíces de Carahue

Escritor

No Comments

Post A Comment